La genialidad artística de un guitarrista único: David Russell

David Russell

David Russell

David Russell es una leyenda viva de la guitarra. Su arte interpretativo ha sabido traspasar todas las fronteras y ganarse merecidamente el reconocimiento mundial por su magnífica maestría musical y su inspirada habilidad artística. Es, sin duda, uno de los más grandes guitarristas de nuestro tiempo y quizás el que ha conseguido influir más en las nuevas generaciones de guitarristas que siguen su estilo personal de ver la música y la técnica de la guitarra.

El Grammy que obtuvo en 2005 por su CD Aire Latino en la categoría de mejor solista instrumental en música clásica, le ha servido para afianzar aún más su carrera artística y unirse a la breve lista de intérpretes guitarristas que han recibido este prestigioso galardón a lo largo de la historia: Andrés Segovia, Julian Bream…

Precisamente en torno a este premio nos comenta: El Grammy supuso, además de potenciar mi carrera artística, para que una casa de discos como Telarc en la que grabo habitualmente cada año un CD, siguieran teniendo la ilusión de grabar. Ellos quieren vender discos, es lógico, y este premio les ayuda a mantener ese interés por grabar nuevos discos y eso es muy bueno para la guitarra. Lo de grabar es una maravilla, sinceramente, yo lo hago por amor al arte. Lo nuestro es tocar, salir al público, pero después de dar un concierto se queda sólo en la memoria del que fue a escucharlo…que es muy bonito, pero el disco, es algo muy especial, te permite dejar tu trabajo. Por eso, un premio como el Grammy me alegró porque me ha ayudado a poder seguir haciendo discos con una compañía buena de tan alto nivel, poder seguir escogiendo repertorio, mil cosas…y en definitiva, lo que uno hace bien y es reconocido con premios como éste, es bueno no sólo para mí sino para también para la guitarra en general. El mundo de la guitarra es pequeño y por eso cada vez que uno toca debe hacerlo bien, es bueno para todos, para que el público general sepa que la guitarra suena bien, que es bonito, que vale la pena volver a otro concierto.

Ha sido reconocido con numerosos premios y galardones: durante sus años de estudiante en la «Royal Academy of Music» de Londres, ganó el Premio Julian Bream dos años consecutivos y también numerosos concursos internacionales: Benicàssim, Palma de Mallorca, Santiago de Compostela…Además, es «hijo adoptivo» de Es Migjorn, pueblo menorquín donde pasó su infancia, tiene la Medalla de Honor del Conservatorio de las Islas Baleares, la Medalla de Plata de Nigrán, pueblo gallego donde reside actualmente y el Conservatorio de Música de Vigo ha inaugurado su nuevo auditorio con su nombre.

Su intensa agenda concertística le lleva a viajar continuamente por todo el mundo, siendo programado habitualmente en prestigiosas salas de importantes ciudades como Nueva York, Londres, Tokio, Los Angeles, Madrid, Toronto, Roma… y recogiendo el caluroso aplauso del público y el reconocimiento de la crítica más especializada.

Ruiz del Puerto: Cada nueva grabación que realizas la conviertes en «antológica», incluso en obras que son de repertorio tradicional y que están ya muy grabadas por otros grandes guitarristas. Tiene que haber algo en el intérprete que despierta, que abre un mundo interpretativo nuevo. ¿Qué es?

David Russell: Cada disco que grabo intento profundizar en un estilo. Yo pienso que, ya que voy a trabajar para el disco durante seis meses o un año, me gusta que sea de un solo compositor o de compositores que de una manera u otra están buscando lo mismo o algo parecido. Trabajas tanto tiempo ese estilo que cuando llegas a grabar estás muy convencido de lo que tienes que hacer. También creo que las obras se potencian entre sí. Una misma obra en un entorno adecuado resultará mejor que en otro que no la potencie, que no le ayude a resaltarla. Hay obras que fuera de su entorno pueden parecer de menor calidad, estar dentro de su estilo las reconvierte en obras «mejores».

Ruiz del Puerto: Tus programas de concierto están habitualmente diseñados siguiendo un modelo de evolución histórica. Has interpretado y grabado música de todos los estilos estilos, sin embargo, ¿En qué repertorio te encuentras más identificado?

David Russell: Me gusta tener en mi repertorio piezas de varios estilos y épocas. Lógicamente, las grandes obras dentro de la historia de la música producen una satisfacción inmensa, porque se puede profundizar en ellas, analizarlas y descubrir nuevas facetas durante toda la vida.

De todas maneras, a las pequeñas joyas de nuestro repertorio, que a veces no son tan grandes obras, me gusta darles el mismo respeto que a las grandes composiciones. Así intento exprimirles todo su jugo.

Ruiz del Puerto: En un intérprete de tu nivel artístico imagino que hay como dos carreras, una concertística y otra discográfica, que se dan o no la mano dependiendo de los diferentes momentos y circunstancias en que se desarrollen y enmarquen cada una de ellas.

David Russell: Por supuesto que la parte concertística es diferente a la discográfica, pero están inter relacionadas, ya que el repertorio que grabo, a menudo lo incluyo en mis conciertos.

He tenido la suerte de grabar al menos un CD cada año en los últimos quince años y esto ha sido el motor de mi repertorio.

Las grabaciones suelen ser monográficas o varios compositores de un mismo estilo o época, mientras que los programas de concierto son más variados.

Este año voy a grabar un CD de música de Albéniz, porque es el centenario de su muerte y ahora mismo acaba de salir el CD que grabé hace un año de música contemporánea, con obras de compositores actuales escritas para mí. Hacía tiempo que quería cumplir este propósito y por fin este proyecto ha visto la luz.

Ruiz del Puerto: Por tu parte hay una búsqueda de repertorios. De hecho hay autores u obras que casi inevitablemente se asocian contigo como intérprete, bien porque has sido el primero en tocarlas o grabarlas o porque la versión que has ofrecido ha resultado tan atractiva que todo el mundo ha querido seguirte en ese sentido. Mertz, Regondi, Manjón… incluso tus interpretaciones de Scarlatti o Bach serían buenos ejemplos de esto que comento. ¿Es el resultado de una línea estética y artística meditada o es un proceso que surge de una manera menos consciente y reflexiva?

David Russell: La gran mayoría del repertorio conocido ya lo toqué. Esto hace que en parte tenga ganas de tocar otras obras. También es cierto que es muy bonito traer al público una obra nueva, que no la conocen. Si alguien descubriera otras Variaciones de Fernando Sor sobre la Flauta Mágica, sería estupendo, porque es una gran obra, pero…ya se tocó tanto que prefiero tocar otras.

Sí que hay obras, como por ejemplo de Napoleón Coste o de alguno de los compositores que has mencionado, que son muy bonitas. Tengo obras de la época clásica e incluso del romanticismo que vale la pena tocarlas.

También de la época de Tárrega, quizás no tan buenas como él pero que están ahí y las tocaré yo o las tocará otro.

Es muy divertido y me satisface mucho encontrar estas obras, además, hay algo muy especial en tocar una obra que nunca escuchaste a otro. En ese caso de verdad tienes que tomar tus propias decisiones. Si tocas por ejemplo el Capricho Árabe estás, digamos que, «contaminado» por todas las versiones que existen y es más difícil llegar a tu propia versión. Sin embargo cuando empecé a tocar la Fantasía de Mertz, sentí que empezaba de cero y es muy bonito. A mí me satisface enormemente hacer este trabajo.

Ruiz del Puerto: ¿Buscas entonces esa frescura de la obra poco conocida o poco interpretada?

David Russell: Sí, claro. Quiero tener un repertorio que cuando vengan los guitarristas a mis conciertos puedan escuchar obras que no hayan oído nunca o hayan escuchado muy poco y a la vez que, cuando venga un público menos entendido, también disfrute del repertorio. Es importante que pueda deleitar a todos.

Es interesante buscar algo nuevo para presentar en nuestros conciertos.

Ruiz del Puerto: Tú que viajas tanto por todo el mundo ¿Cómo ves la guitarra en general?

David Russell: La verdad es que desde que era estudiante hasta ahora, el nivel de los guitarristas ha subido muchísimo. Los jóvenes tocan hoy con una técnica muy sólida.

En cuanto a estar encasillados o no, yo prefiero ver la parte positiva y es que a nuestros conciertos acuden tanto los melómanos de música clásica como otros menos acostumbrados a conciertos sinfónicos, ópera, etc. Tenemos la suerte de atraer un público heterogéneo y esto nos enriquece.

Ruiz del Puerto: ¿Hay respuestas diferentes ante públicos de países diferentes?

David Russell: Sí, por supuesto. Hay países donde la respuesta es más efusiva y otros donde el público es más reservado.Ahora mismo estamos de gira en Estados Unidos y aquí el público es muy cálido y te anima.

A mí me gusta tocar en España, porque el público es muy directo y se nota que tiene la guitarra en el corazón.

José Luis Ruiz del Puerto
Entrevista publicada en la revista Acordes, mayo 2009
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